Visitas

Seguidores

sábado, 5 de octubre de 2013

J. Ford: La diligencia

Castellano. Completa.

¿Qué diferencia hay entre las praderas y el asfalto, los caballos y los coches, los forajidos y los gánsteres...? Ninguna: todos son ingredientes para mostrar la lucha del hombre por la supervivencia frente al mal, contra el poder, por el amor... 
Por eso el cine del oeste es el pater de todos los géneros: contar historias lejanas permitía evitar la censura de lo próximo. Porque la vida siempre se tolera o se admira más cuando se ha perdido que cuando se posee. 
Aquí John Ford nos cuenta el núcleo de la existencia: la redención de la caída, el retorno al paraíso de la vida sencilla cuando los sueños han sido derribados por el fracaso de las ensoñaciones ilusorias, el regreso de Ulises al hogar.  ¿Pues qué es la vida sino un viaje junto a otros y contra otros, una sucesión de incomprensiones que nos empeñamos en vencer?
No se equivocaba Orson Welles cuando dijo que todo lo había aprendido en esta película: aunque su Ciudadano Kane sea más emblemática de lo excepcional.

Kubrick: Senderos de gloria

ORSON WELLES: Sed de mal