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martes, 3 de febrero de 2015

Klimt: La mujer rutilante


Klimt: Mujer con abanico
La mujer rutilante

Envuelta en alegría melancólica,
ríe la dama tras el abanico.
Roja es su dicha, ausente del instante
que se irá y tal vez vuelva a fulgurar
desde su corazón. Su rostro estalla
y esparce luz alrededor, orea
la estancia jubilosa, expande magia
primigenia, como si despertase
de un atávico sueño y arrastrara
el júbilo que había en el origen,
cuando todas las cosas eran nuevas
y el mundo aún no era mundo,
sino naturaleza frágil. Quién
pudiera dulcemente
besar esa alegría luminosa
y borrar para siempre la acechanza
de la melancolía.

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