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martes, 3 de marzo de 2015

Matisse: Preludio para un himno


Matisse

Preludio para un himno

Todo es tan claro a veces... Basta

con apartar los ojos de las sombras
y mirar el azul del horizonte.
No sabes dónde empieza, dónde acaba
su claridad, pero sí sabes
que existe, y que puedes recorrer
la plenitud finita del camino
gozándola, ayudando a ver su gozo
a quienes, como tú, 
dudan de que es un cántico a la dicha.
Entonces todo es claro:
vivir es caminar ese horizonte
olvidando que acaba,
sonriendo a la luz, dando tu risa,
abrazando los pájaros, sabiendo
que la alegría eleva el corazón
y azumbra la existencia.
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