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viernes, 31 de julio de 2015

El holandés errante

Ser amado con tan grande amor que el amor sea el que nos salve. 
Esa podría ser la divisa de muchos seres atormentados por sí mismos y por el destino adverso, de tal manera que, considerándose indignos para sí, necesiten la aceptación amorosa ajena para perdonarse y escapar del laberinto.
Digo esto porque esta es, en buena medida, o me lo parece, la idea central de muchas obras de Wagner: la redención por amor. Así es en el Fausto de Goethe y así, más modestamente, es en el Don Juan Tenorio de Zorrilla, por ejemplo: Margarita y doña Inés son las salvadoras: el eterno femenino redentor.
Y así aparece por primera vez en Wagner, quien también es la primera vez que introduce los caracterizadores leitmotiv. 

Obertura

Coro de marineros

La balada de Senta

La leyenda

La ópera completa

jueves, 30 de julio de 2015

Sigfrido

Sigfrido, el desconocedor del miedo, forja su espada:

Vencido el dragón, Sigfrido escucha los "murmullos del bosque":


Sigfrido, completo:


Y a las 16:00 en:

Festival Bayreuth 2015 en directo

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Serie Wagner, 7

Serie Wagner, 8



miércoles, 29 de julio de 2015

El único inmortal




¿Y si el único sentido de la vida fuese el de nacer, vivir un corto tiempo y morir, sin otras metafísicas ni trascendencias? ¿Que, probable y simplemente, una de las manifestaciones del Universo sea la de engendrar vida fungible y alguna mutación o azar perverso nos otorgó la inteligencia suficiente para ser conscientes de esa mortalidad y sufrir su temporalidad?
¡Cuánto sufrimiento estólido, entonces!
Aunque sin él no hubiera nacido el arte, el único ser inmortal. 

(Descanso hoy para las voces de Bayreuth, a las que Wagner exigía tal potencia expresiva que muchas de ellas quedaban literalmente afásicas para inmediatas representaciones.
Oigamos, mientras tanto, el Idilio de Sigfrido, composición para orquesta de cámara que Richard compuso para celebrar el cumpleaños de su esposa Cósima y el nacimiento de su hijo):


Idilio de Sigfrido

martes, 28 de julio de 2015

La Walkiria

Obsérvese el impresionante trémolo con el que se inicia La Walkiria, primera jornada de la gigantesca Tetralogía:

Y el no menos impresionante final:

Aquí, completa:

Y a las 16:00 en:

Festival Bayreuth 2015 en directo

***

La serie Wagner, cap 5

y 6



lunes, 27 de julio de 2015

El oro del Rhin

Capítulos 3 y 4 de la serie Wagner; y, más abajo, 
El oro del Rhin:

Wagner, 3

4

Así empieza El oro del Rhin: un largo, sostenido y sinuoso acorde orquestal de 8 minutos: como si amaneciese la creación o se entreabriera un misterio:

Y así termina, con la entrada de los dioses en el Walhala:

Completo, el prólogo de la Tetralogía:

Para escucharla en directo, a las 16:00 horas:


Festival Bayreuth 2015 en directo


domingo, 26 de julio de 2015

Lohengrin

UNO
Todos los años regresa, el 25 de julio, el Festival de Bayreuth con las óperas de Wagner.

Hoy le corresponde regresar a Lohengrin, que aquí puede oírse en directo, a las 16:00:


y aquí escucharse, verse y leerse:


Ir a

Festival Bayreuth 2015 en directo


DOS

Igualmente, he aquí los dos primeros capítulos de la serie Wagner, fabulación sobre su vida y obra:
Wagner, cap 1

2



sábado, 25 de julio de 2015

Festival Bayreuth 2015 en directo

Escucha a las 16:00 horas el

Ahora puedes ver, oír -y leer en castellano- 
Tristán e Isolda:


Aunque Radio Clásica ya no es lo que era hace unas décadas -porque, siguiendo los desvíos del hombre, se ha trivilizado, como todo, para ponerse al servicio del ocio más superfluo-, sigue emitiendo estos días, como hace anualmente, esa victoria extraordinaria del Arte sobre la Economía -no sé si en la más alta ocasión que vieron los siglos o porque la soberbia de un hombre pudo más que la de un rey-.

Me refiero al Festival de Bayreuth que iniciase Wagner para gloria de sí mismo -en 1876- y para gozo de la Humanidad. 

Si hay que citar cuatro himalayas de la Música, el primero en el que suele pensarse es Mozart. Pero frente a la facilidad natural de tal pentagramista para construir belleza -que lo hace parecer un dios o extraterrestre entre los hombres-, prefiero a los hombres cuyo esfuerzo los convierte en dioses terrenales.

Prefiero -cierto que ma non troppo- a Bach, Beethoven y Wagner (a pesar de que siempre Schumann haya sido mi alter ego). La pluma, el pentagrama, el pincel y demás herramientas creadoras de la prolongación del universo debieran ser forjadas por sus dueños en el mismo crisol que esta tríada inmensa forjó sus péñolas: la sensatez, el equilibrio, la armonía, la ambición, la constancia, la revisión ... todo lo que determina que un poema -y sus sinónimos artísticos- sea tallado como un diamante.
La música es la única palabra 
que desmiente la inefabilidad.


viernes, 24 de julio de 2015

Cuánta vergüenza me doy...!

Discurso para la igualdad

Hace semanas que no la veo. Me refiero a la señora que moría de enjuta, lentamente, a las puertas del supermercado (LEER >> AQUÍ). Y he preguntado por ella.

- ¿Dónde está, qué ha sido de aquella que aliviaba mi corazón de culpa cuando le daba alguna calderilla?

Mañana vendrá otro indigente a ocupar su sitio: a prepararse para morir de hambre.

¡En este país llamado mundo cuánta vergüenza deberíamos darnos cada uno!

jueves, 23 de julio de 2015

Palabras arrancadas al silencio

Ensayando para el Nobel

1.- Hojeo las antologías que se editan como definitivas: esas que recogen los mejores poemas de la Historia ... De sus cientos de páginas, un tercio se dedica a poetas de los últimos 100 años, y los otros ocho o nueve siglos ocupan los restantes dos tercios. 

2.- Y me pregunto: ¿Seguro que el hombre de los últimos tiempos es más emocional, inteligente, sensato, lírico ... ? Porque de una parte se puede concluir, aun con reservas, el todo. Y para escribir un texto perdurable se necesita una inteligencia abarcadora de la sensibilidad, la estrategia verbal, el ritmo arquitectónico, la mesura expresiva... y demás elementos que capacitan para percibir y decir lo que importa en verdad al hombre diacrónico.

3.- ¿Va el recolector de poemas -como el selector de grandes efemérides- desechando parte de lo que pareció indesechable hace quinientos años y hoy nos resulta prescindible? ¿Por qué no aplica ese mismo criterio a las últimas décadas y prevé que lo que hoy es exitoso y popular será mañana olvidable y olvidado? ¿Por qué ensalzar como ejemplares tantos nombres o títulos que no encumbran la sensibilidad ni la inteligencia sino el sentimentaloidismo y la estupidización?

4.- "¿Cómo no vas a incluir a este y a estotro en un panorama nacional?", me dícenme aquellos poemólogos a quienes pregunto el porqué de su antologación.

5.- Claro: se rigen por el criterio de mostrar lo que hay en vez de ofrecer lo que debiera haber, adivinable si se escruta bien el modo en que el tiempo va filtrando el ayer para sus próximos presente y devenir.

6.- También es verdad que hoy hay más muchedumbre escribiendo que escritores leyendo: y lo que se lee es la obra de los encumbrados por los prestigiosos desprestigiadores de la lírica mayúscula. 

7.- En fin: que somos demasiados y pretendemos ser maestros antes que discípulos. El Parnaso se ha sustituido por el Vociferio; y los vociferantes apuestan por la caligrafía de lo estólido.

8.- Definitivamente, la poesía ya no es lo que era: palabras arrancadas al silencio y a la entraña del ser.


miércoles, 22 de julio de 2015

Rubens: La batalla de Anghiari



Rubens / Liszt: Danza de la muerte

Rubens: La batalla de Anghiari

Descripción de la batalla

La flecha hiende el ojo que el escudo
no ha podido ocultar, y un borbotón
de sangre mancha el rostro, permitiendo
que la lanza penetre el pecho. Caen
los hombres en la tierra. Los caballos
arrastran sus jinetes, ya cadáveres
trizados por los cascos. Las espadas
acusan el cansancio, pero siguen
sajando, desmembrando. Piernas, brazos
yacen en la verdumbre. El fiero sol
también es un puñal; brilla en el aire
y fulge en las corazas. Los ejércitos,
como dos pedernales, se golpean
hasta encender la hoguera de la muerte,
que recoge los cuerpos y transforma
el campo de batalla en cementerio.

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martes, 21 de julio de 2015

El abrazo real

Katchaturiam: Adagio (Espartaco)

- ¿Me quieres o crees que me quieres?
- Nunca he querido a nadie de la forma en que te quiero. Es como si descubriese la vida o antes no la hubiera entendido.
- ¿Qué quieres decir?
- Creo que antes amaba la idea del amor: no amaba a una persona, sino la imagen que yo creaba de ella, o ya había creado; o sea: en realidad me amaba a mí mismo liberado de defectos. Y me decepcionaba al encontrar mi propio yo en otra persona. 
- ¿Y ahora?
- Te quiero por lo que eres: una realidad que alegra mi existencia.
- ¿No será que ahora te conformas con menos?
- No: es que ahora veo y antes era un iluso. Cuando te abrazo siento en tu tierra el cielo cotidiano. Y ese cielo me libera de todos mis infiernos y satisface mis sueños.
- ¿Y mis gólgotas?
- No me molestan.
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El abrazo indomable

Monólogo del cisne (El abrazo imposible)

El abrazo entre plumas

El abrazo en el cuadro

El abrazo inasible

El abrazo iniciático

El abrazo sin plétora.

El abrazo dulcífago

El abrazo inedénico

El abrazo a la muerte.

Como si fuera mi Autobiografía (El abrazo final)

El abrazo interrupto

El abrazo cautivo

El abrazo inmortal

El abrazo caníbal

El abrazo coital

El abrazo placebo

El abrazo sin rostro

El abrazo perdido (Carpe diem).

El abrazo truncado

El abrazo suicida

El abrazo invasor

El abrazo de plástico

El abrazo no dado.

El abrazo dichoso

El abrazo a la vida

El abrazo sin cuerpo

El abrazo ataráxico

El abrazo amoroso

domingo, 19 de julio de 2015

Respuestas para un lector

Ives: Pregunta sin respuesta

¿Qué puedo decir de mí sino que me desconozco más que me conozco y que por eso escribo?

    No sé por qué escriben los demás. Yo empecé a escribir porque necesitaba hablar con alguien y no tenía con quién; así que hablaba conmigo mismo a través de la página en blanco, lo cual me suponía un sosiego, un consuelo, un autoconocimiento. 
     A través de mi escritura he sabido que el corazón es el centro del universo, que la carne tiende hacia la inmensidad, buscada o palpada en los cuerpos, las cosas, los libros, y que toda mi vida ha sido una persecución de la infinitud, sentida o inventada en la infancia, porque en ese tiempo sin tiempo anclado al corazón se desconoce el concepto de frontera y nada tiene límites. Allí crecen los sueños interminablemente, y germinan, también, los desengaños. Al salir de ella uno se siente hijo de la eternidad y padre de la propia muerte.

     Por eso podría escalonar mi vida en numerosos peldaños que a nadie interesarán si no son afines, siquiera mínimamente, a cualquier lector. Porque un poema publicado solo empieza a justificarse cuando encuentra un ser que se identifica o se reconoce en él. Es decir: cuando se consigue la universalidad de la intimidad. Lo demás es literatura, abracadabra del verbo.