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miércoles, 17 de febrero de 2016

Apócrifo y lerélere


Orff: O Fortuna

- Palinuro: ¡Matrimóniame, Individua!
- Lesbia: ¡Matrimóniame tú a mí!
- Palinuro: ¡El que no te conozca que te compre!
- Lesbia: ¡Pos anda que...! ¡Prefiero morir sola que mal acompañá!
- ¡Pos me via aconsejar del Lucanor!

Y se fuese el Namorao al Lucanor, quien consultó al Patronio sobre la Namorá. Aconsejó, pues, Patronio a Lucanor ordenando a Trovadorius que compusiera un poemoide con el suo consejo y su bramancio y todo. Y le díjole Trovadorius sabiamente, acompañado de laúd, cimitarra y cirrosis, aqueste ripio intitulado Mi amada Lesbia no me ama:

Defensa del matrimonio


Cuéntanos Cide Hamete en un soneto 
a propósito de un enamorado, 
que, sintiéndose siempre rechazado, 
puso a su dama un día en un aprieto.

Vendióle a Satanás el su esqueleto, 
y aqueste se quedó juramentado 
a enviar de su gran reino endiablado 
todo diablo que hobiese buen gameto.

Así la encandilada dama amó 
uno tras otro a todos los demonios, 
quienes la traspasaron con su cuerno.

Al fin, multiorgasmada, comprendió 
que no es malo sufrir mil matrimonios
si en cada uno va un diablo hasta su infierno.