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miércoles, 14 de noviembre de 2012

Un poema de Jorge Valdés Díaz-Vélez (Antología, CIV. Segunda serie)

Villalobos: Bachianas Brasileiras, IX. (Pinturas de Portinari)

DÁRSENA

El tren hacia Madrid partió en las brumas
del punto en que se fuga el pensamiento.
El que viaja en el fondo de sí mismo
enfrenta en el cristal a su contrario,
vislumbra en la estación pulverizada
una hilera de luces que ha dispuesto
la entrega de la tarde a su derrota.
Atrás quedó el oleaje, las caricias 
del sol donde batalla la frescura,
las alas de la luz amartillando
un ángulo sin peso de la vida.
En sentido contrario, hacia la ráfaga
de sombras marcha el viento, vuelve el frío,
fluyen los árboles, pasan los puentes,
las nubes y los túneles, un potro
atado al espigón más gris del cielo.
Oscurece. La lluvia es otra hoja
de navaja fraguada por el rayo.
Penetra en las pupilas. Limpiamente.

Jorge Valdés Díaz-Vélez