Visitas

Seguidores

sábado, 29 de octubre de 2016

Cuando el amor nos niega

Hanson: Sinfonía, 2º (Romántica)

Cuántas veces decimos, ante aquello que no hemos conseguido, lo que la zorra dijo a las uvas: "están verdes"; y nos quedamos -aparentemente- tan tranquilos creyendo que hemos sido nosotros quienes rechazamos lo que tanto anhelamos. En realidad ocultamos nuestra derrota, como hace el Rey en El Principito cuando este decide abandonar el planeta y el monarca no logra retenerlo: entonces, como un acto de autoridad y posesión que oculta su fracaso, le dice "Te ordeno que seas mi embajador", creyendo así justificar su desposesión.
     Lo recordé, más sencilla y contundemente, hace mucho; y aquí redundo en ello:

De cómo todo sujeto paciente -y sufriente- desea ser sujeto agente:
1) Dijo la zorra mirando las uvas que no conseguía alcanzar: "Están verdes". 
Y creyó que era ella quien las despreciaba.
2) Ordenó el Rey al Principito que se quedase como ministro del interior de su planeta. 
Ante la negativa de este, y viendo que se marchaba, volvió a ordenar el Rey: "Ummmm... Te nombro mi embajador... ". 
Y creyó que era él quien gobernaba.
3) Dijo la mujer, abandonada (otros dicen que fue un hombre el abandonado) durante su adolescencia, noviazgo y matrimonio, al constatar que su nuevo amor iba desapareciendo de su vida: 
"Ya no te quiero". 
Y creyó que, por fin, era ella quien abandonaba -y exorcizaba sus fracasos-.